★Propuesta para una manera diferente de entender la organización★

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Anónimo

Entre quienes consideramos necesario organizarnos para luchar existen muchas opiniones diferentes. Cual es el modelo más útil y más acorde con lo que se pretende conseguir; coordinadoras, plataformas, colectivos, federaciones... eso es lo que se suele discutir.
Sin embargo mas allá de los distintos modelos, es la cultura de la organización que existe detrás de los mismos lo que en la mayoría de los casos los define y lo que hace que en muchas ocasiones no sólo no sean capaces de intervenir en el entorno que los rodea como a algun@s nos gustaría sino que lo que consiguen es engullir a gente válida y transformarla en militantes estresad@s, quemad@s, y con grandes dosis de frustración.
Todo producto de una dinámica basada en una cultura de la organización concreta, que pretendemos empezar a diseccionar a continuación para contribuir a que quien se reconozca en ella pueda más fácilmente destruirla.

1. El efecto mariposa.
Existe una forma de ver las cosas según la cual entre nuestra situación actual y la “sociedad ideal del mañana” hay un camino que recorrer. Este trayecto temporal lo debemos andar creando una organización que en su interior reproduzca el modelo de sociedad que queremos. En el andar diario iremos recogiendo a tod@s aquell@s que se quieran unir a nosotr@s.
También se participará en los distintos conflictos que cíclicamente surgen en los márgenes de nuestro camino. Dicha participación se desarrollará con la vista puesta en que, a raíz del conflicto, la gente tome mayor conciencia de la necesidad de organizarse y, si se da el caso, se nos una para continuar junt@s el camino.
Así se irá avanzando, acumulando fuerzas (siendo cada vez más) hasta que en un momento dado en que seamos muchísim@s planteemos la gran batalla final (revolución) y fruto de ella nazca una nueva sociedad.
A lo que lleva esta forma de ver las cosas, en la mayor parte de los casos, es a identificar la organización con la revolución: cuanto más fuerte sea la organización mas cerca está la gran insurrección general. Con lo cual en el centro de nuestra atención debe estar la organización, su mantenimiento y crecimiento.
Se entiende (según esta lógica mecanicista) que hay unas etapas que hay que ir recorriendo. Una casilla lleva a otra y, cuando hayamos recorrido todas, llegaremos al ansiado final.

CREACIÓN ORGANIZACIÓN>> PROPAGANDA >>PARTICIPACION EN CONFLICTOS>>
CRECIMIENTO DE LA ORGANIZACION>> REVOLUCION>> NUEVA SOCIEDAD

Pero parece que la realidad no quiere adaptarse a este modelo. Las revueltas, insurrecciones y motines surgen a raíz de conflictos pequeños; pequeñas gotas que hacen que los diques de contención se desborden. Chispas impredecibles que hacen que la rabia acumulada y reprimida por el miedo durante mucho tiempo, estalle y haga temblar los cimientos del sistema asentad@ssobre cada un@ de nosotr@s.
La dinámica de la sociedad no es una línea recta ni se adapta a los estudios de expert@s ni revolucionari@s.Es, como la mayoría de los procesos naturales, de carácter no lineal.
“En los sistemas no lineales, entradas (variaciones) pequeñas puedentener consecuencias espectacularmente grandes. A menudo, se ha hecho referencia a esto con el nombre de efecto mariposa: una mariposa bate las alas en la selva tropical y pone en marcha sucesos que produciránuna tormenta en Chicago. Sin embargo la siguiente vez que la mariposa bate las alas, no hay ninguna consecuencia meteorológica. Esta es la base de la impredicibilidad (...) complejidad superficial que surge de una simplicidad profunda (...)este comportamiento emergente, vuelve a influir en el comportamiento de los individuos que aquí abajo la produjeron.”
J. Glecik
La subida del precio del pan, la implantación de una nueva ley o impuesto, el apaleamiento de alguien por la policía, etc. Son capaces de desatar más rabia y abrir los ojos a más gente que la labor de una organización durante años. Pequeñas situaciones que desencadenan acontecimientos mucho más grandes a raíz de los cuales se comprueba la capacidad propia de la población, la vulnerabilidad del enemigo y el papel que cumplen instituciones “aparentemente neutrales” como la prensa, la televisión, la familia, etc.
Por esta razón pierde interés para nosotr@s el tener como centro de nuestra actividad la organización. El objeto principal pasa a ser el conflicto: potenciarlo donde se mantenga latente y tratar de contribuir a su radicalización donde ya haya aflorado a la superficie, todo ello sin importarnos demasiado si como consecuencia de ello vamos a ganar simpatizantes nuev@s o no.
Con este cambio de planteamientos provocamos rápidamente el interés de las instituciones represivas, pues empezamos a salirnos de sus esquemas. Y es que el sistema necesita que todo funcione según su lógica de visibilidad y concentración estructurada de la disidencia.

2. Los ojos de Medusa.
“La ventaja táctica de la clandestinidad, de lo no visible (el lenguaje del corazón) de por sí devuelve a la estética su centralidad revolucionaria. El arte de lo no visible escapa la absorción del “discurso de la totalidad” basado en la imagen y así, libre de toda forma posible, todavía mantiene la promesa milenaria de arte, la transformación del mundo”.
H. Bey
El sistema necesita etiqeutar, clasificar, catalogar para a partir de ahí aplicar tratamientos concretos y diferenciados a cada forma de disidencia.
Sociólog@s, psicólog@s, psiquiatras, pedagog@s, antropólog@s, asistentes sociales, periodistas... tod@s son fuentes de información que las instituciones usan para alimentar sus archivos.
Crear una organización va, a menudo, acompañado de la producción de una iconografía propia, una estética concreta y cierta homogeneización de las personas que la componen: se crea consciente o inconscientemente un producto. Y es por esto qué es mucho más fácil para las instituciones absorber, deformar y manipular este producto. En definitiva todo esto acaba siendo un obstáculo más al que tendrán que enfrentarse l@s miembros de la organización si no quieren convertirse en un objeto estético de usar y tirar por el sistema.
Probemos pues a ser como el gas sarín; invisibles, inodoros e insípidos para el sistema, pero letalmente dañinos para sus estructuras. Evitemos facilitar la labor etiquetadora de l@s burócratas. Obstaculicemos la creación de estereotipos vendibles y productos estéticos.

3. La creación de la masa.
La actividad revolucionaria no consiste (no debería) en preparase para una guerra convencional. Aquí el aparato institucional, aquí l@s revolucionari@s ¡ ¡Adelante y que gane el mejor! No, no sería útil ni coherente tener este planteamiento.
Para el poder son más peligrosas diez personas impredecibles e incontrolables dispersas que cien formando una masa concentrada predecible y manipulable.
“La física nazi se establece sobre estos postulados: es preciso captar esos electrones, hacerlos compactos, concentrarlos. Es preciso atrapar esa “energía” de la dispersión, de la explosión, condensarla haciéndola entrar en un proceso involutivo y, finalmente mediante la destrucción concentratoria sistemática de cada electrón, invertir la energía explosiva de la diáspora en una forma inerte, implosiva, dominables, convertible, reversible, la de la masa”.
L. Scheer.
El sistema está interesado en homogeneizar, uniformar, agrupar, concentrar a la disidencia para hacer más facil la labor de los perros pastores. Los derivados actuales del frentepopulismo y sus tácticas no hacen mas que facilitar la labor del enemigo. Su única razón para existir es el miedo que hay a las posibilidades experimentadoras que hay mas allá del rebaño y su forma de funcionar.

4. Adrenalina.
¿Cómo entonces intervenir eficaz y coherentemente en nuestro alrededor? ¿cómoimpedir que las dosis de tranquilizantes y anti-depresivos emitidas por los medios de “comunicación” reconduzcan la revuelta hacia cauces inofensivos? Eso será algo que averiguaremos a medida que vayamos experimentando.
Poder actuar como la adrenalina no sería un mal ejemplo. Una hormona que segrega el propio cuerpo y que acelera el ritmo del corazón, aumenta la tensión arterial y estimula el sistema nervioso haciendo que los sentidos estén mas alerta.
Que nuestra actividad consiga romper el anonadamiento democrático, haciendo que se resquebraje la hipnosis del consenso; ese podría ser un buen avance. Para ello parece que la manera más natural de organizarse puede ser el grupo de afinidad.

5. El grupo de afinidad.
El término requiere explicación. Afinidad se confunde a menudo con sentimiento. A pesar de no estar del todo separada, los dos términos no deberían considerarse sinónimos. Puede haber compañer@s con l@s que podemos considerar que hay afinidad pero con l@s que no nos une amistad y viceversa.
Básicamente, tener afinidad con un/a compañer@s quiere decir conocerl@, haber profundizado en el conocimiento acerca de el/la. Al crecer ese conocimiento la afinidad puede aumentar hasta el punto de hacer posible una acción conjunta; o disminuir hasta el punto de hacerla imposible.
El conocimiento de alguien es un proceso infinito que puede para en cualquier nivel dependiendo de las circunstancias y objetivos que se quieran conseguir junt@s.Un@ puede tener por tanto afinidad para hacer unas cosas y no otras. Se hace evidente que cuando hablamos de afinidad no nos referimos necesariamente a hablar de los problemas personales de cada un@, aunque esto pueda ser importante si interfiere en el proceso de conocimiento mutuo.
En este sentido conocer al/a otr@ no significa necesariamente tener una relación íntima. Lo que es necesario conocer es como piensa el/a compañer@ con relación a los problemas sociales con los que la lucha de clases se enfrenta, como cree que hay que intervenir, que métodos usaría en determinadas circunstancias.
El primer paso en la profundización del conocimiento entre compañer@s empieza con la discusión. Es preferible tener una base clara, como algo escrito, para que los variados problemas se puedan abordar bien.
Una vez está claro lo básico el o los grupos de afinidad están prácticamente formados. El conocimiento entre compañer@s sigue en relación con su actividad como grupo y al consiguiente encuentro en la realidad como tal. Mientras dura este proceso el conocimiento mutuo suele aumentar y pueden surgir lazos fuertes entre compañer@s.Esto en cualquier caso es una consecuencia de la afinidad, no su objetivo fundamental.
Suele pasar que compañer@s lo hagan al revés. Empezando cualquier tipo de actividad y procediendo a las clarificaciones necesarias luego, sin haber comprobado el nivel de afinidad necesario para hacer cosas junt@s.Las cosas se dejan al azar, como si algún tipo de claridad pudiera surgir del grupo solo por su creación. Por supuesto, esto no pasa: el grupo o se estanca porque no tiene claro el camino a seguir o sigue la trayectoria del/a o l@s compañer@sque tengan las cosas más claras sobre lo que quieren hacer mientras l@s otr@s se dejan llevar, normalmente con poco entusiasmo o compromiso real.
Por otro lado el grupo de afinidad encuentra su potencial máximo y está creado con la acción como objetivo, basándose no es n la cantidad de miembros, sino en la fuerza cualitativa del número de individu@s que trabajan junt@sen un proyecto que han desarrollado junt@s mientras avanzan. De ser una estructura específica del movimiento anarquista y el conjunto de actividades que presenta: propaganda, acción directa, producir un periódico, trabajar en una organización informal, etc. (...)

6. Conexión.
Teniendo como objetivo la conflictividad permanente no merece la pena ya hablar de modelos “correctos” de organización ni de organizaciones permanentes. Más bien parece que la mejor manera de conectar dependerá por un lado de las necesidades que haya en ése momento y lugar concretos; y por otro de la confluencia de proyectos, estrategias o prácticas.
Lo mismo vale para el nivel en que se desarrolle la relación; desde el simple intercambio de información hasta el desarrollo de proyectos conjuntos hay posibilidades ilimitadas.
Lo que si parece claro es que si no existe ningún tipo de comunicación, debate o intercambio de experiencias se hará muy difícil desarrollar una dinámica propia sin ahogarnos en un vaso de agua. Para no depender de la trayectoria que siganotr@s debemos establecer criterios propios sobre la base de lo que nos rodea, y para ello se hace necesario algo más que traducir textos escritos en otro momento y/o en otro lugar.

7. Papelería.
El sistema intenta anularnos inculcándonos desde pequeñ@s que somos capaces de mucho menos de lo que somos en realidad capaces de hacer. Convendría pues dejar de lado el todocatastrofista y las lamentaciones pseudocristianas sobre lo mal que va todo y centrarnos mas en intercambiar experiencias, aportar información útil y mostrar ampliamente las ocasiones en las que se ha hecho daño al poder, sean estas pequeños o grandes acontecimientos.
Se editan muchas cosas, casi todas pretenden lo mismo; unas por medio del humor; otras del llanto pero la gran mayoría de ellas se hacen casi por compromiso o para ocupar el tiempo en algo, el resultado es que leída una, por logeneral un@ se las ha leído todas.
Para que se nos entienda deberíamos hablar claro y dejar los lenguajes codificados para l@s intelectuales, l@s científic@s y l@s jugador@s de mus.
El poder trata de mantener a la población bajo control por medio del miedo que inspira. Para ello el sistema trata de imitar la imagen tradicional que se tiene de l@s dios@s; invisibles pero presentes en todos lados. Contrarrestando esta idea mostraremos su vulnerabilidad. Esto podría hacerse desmitificando y señalando a l@s enemig@s reales y tangibles, explicando que es a lo que se dedican y que es lo que más daño les hace; sean estos instituciones, empresas o “profesionales”.
En cada conflicto concreto parece necesario también señalar a l@s recuperador@s y sus intenciones, para evitar en lo posible que las luchas sirvan al sistema para, una vez engullidas, fortalecerse todavía más.
Por último insistir en el necesario debate para el que tiene que servir estas publicaciones. De nada sirve que creamos tener las cosas claras en nuestro círculo más próximo si no podemos intercambiar opiniones con otras gentes, para darnos cuenta de que las cosas se pueden enfocar de otras maneras.

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ANI: El ojo que nos VIGILA

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AGENCIA NACIONAL DE INTELIGENCIA. PARA DEPORTISTAS INTELIGENTES...?
Agencia Nacional de Inteligencia

El ojo que nos vigila



Gran actividad tuvieron en Chile los servicios de inteligencia con motivo del Apec. La presencia del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, obligó a tareas preventivas y de extrema protección. También el Apec fue el debut -reservado, claro- de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) creada por ley 19. 974 del 7 de octubre de 2004, como sucesora de la Dirección de Seguridad Pública (Dispi). Continuidad marcada por el hecho de que los mismos casi cien funcionarios de la Dispi son ahora el personal de la Agencia que sigue funcionando en las oficinas de calle Tenderini, a unas seis cuadras de La Moneda, siempre bajo el mando del abogado Gustavo Villalobos, socialista.

Por ser continuadora de un organismo existente, sucesor a su vez de La Oficina que infiltró grupos de Izquierda en los primeros años de la transición provocando ácidas críticas, la creación de la ANI se mantuvo relativamente callada. Estuvo varios años en el Congreso, hasta que el presidente de la República decidió apurar el tranco en función -principalmente- de las nuevas exigencias de la situación internacional y la presión de EE.UU., orientada a centrar la atención en “el crimen organizado, el terrorismo y el narcotráfico”.



IGUALES PERO DISTINTOS



Cuidando un bajo perfil, la ANI y el Sistema Nacional de Inteligencia han sido presentados como legalización de algo ya existente. Sin embargo, es mucho más. Debe verse como un paso en la creación de una red de servicios de inteligencia que puede, en caso necesario, controlar la actividad nacional. Además de la ANI, cabeza del sistema, hay otros siete organismos de inteligencia en funcionamiento: los tres correspondientes a cada una de las ramas de las FF.AA., el servicio de inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, el servicio de inteligencia de Carabineros, el de Investigaciones y la Inteligencia de Gendarmería.

Oficialmente, la justificación tiene que ver con que “el Estado democrático tiene derecho a defenderse”. Se agrega: “Debe hacerlo con las armas propias de la democracia. Esto es, en el marco establecido por la Constitución y las leyes. Esta es la piedra angular de la tarea que cumplirá la ANI y responderá ante el presidente de la República y el Congreso y sólo podrá llevar a cabo acciones intrusivas con permiso judicial”.

Aunque la idea de la ANI se remonta a los primeros años de la transición, hubo otro tipo de intentos. Los servicios de inteligencia de las FF.AA. horquillaban al naciente gobierno democrático que trató de desarrollar un aparato de contraespionaje -el Plan Halcón- impulsado por el general (r) Horacio Toro, director de Investigaciones. El plan abortó. La situación se puso más espinuda cuando el ejército grabó una conversación del entonces senador Sebastián Piñera, cuya transmisión por televisión provocó un escándalo político y el breve rapto de uno de los hijos del parlamentario con fines intimidatorios. Cerrada la posibilidad de actuar por el lado de Investigaciones, el gobierno del presidente Aylwin dio luz verde a La Oficina, a cargo de Marcelo Schilling, que se empeñó en acciones de infiltración y soborno para desarticular grupos armados de Izquierda.

Posteriormente se creó la Dirección de Seguridad Pública, que tuvo entre sus directores primero a Mario Papi y luego a Isidro Solís, bajo cuya dirección terminó la actuación operativa del grupo Lautaro con la detención de su jefe, Guillermo Ossandón Cañas.

Una constante de todo el tiempo ha sido la actuación autónoma de la Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Se han detectado actividades de inteligencia militar contra detectives y jefes del Departamento V de Investigaciones, encargados de pesquisar violaciones a los derechos humanos. Se dice, incluso, que la inteligencia militar realizó entre 1998 y 2001 una operación dirigida a desestabilizar a Nelson Mery, director de Investigaciones, que finalmente resultó exitosa.



¿INTELIGENCIA PARA QUE?



El artículo 3º de la ley 19. 974 define: “El Sistema de Inteligencia del Estado es el conjunto de organizaciones de inteligencia, independientes entre sí, funcionalmente coordinadas, que dirigen y ejecutan actividades específicas de inteligencia y contrainteligencia para asesorar al presidente de la República y a los diversos niveles de conducción del Estado con el propósito de proteger la soberanía nacional y preservar el orden constitucional y, además, formular apreciaciones de inteligencia para la consecución de sus objetivos nacionales”.

A continuación, establece como norma rectora el principio de legalidad. “Los organismos y servicios de inteligencia y sus integrantes deberán sujetarse siempre en el cumplimiento de sus objetivos y funciones a la Constitución Política del Estado y a las leyes de la República”. Algo que en materia de inteligencia parece tener negada su materialización práctica, de acuerdo a la experiencia nacional e internacional. Debe considerarse más bien una expresión de buenos deseos o la fijación de una meta eventualmente inalcanzable.

El Sistema Nacional de Inteligencia, integrado, como dijimos, por los ocho organismos existentes, es orientado por un comité técnico que preside el director de la ANI. Su objetivo: coordinar la acción de los diversos servicios, optimizar su labor y el flujo de informaciones que se intercambie. En ese esquema, la ANI produce inteligencia específicamente para la toma de decisiones del presidente de la República y los niveles cupulares del Estado. Recolecta información nacional e internacional y puede requerirla de los demás servicios. En el papel, la clave del sistema es la ANI. En la realidad, todo puede ser muy distinto. Las FF.AA. tienen alto grado de autonomía y trazan sus propias políticas de inteligencia, que mantienen celosamente en reserva. Lo hacen porque la inteligencia es parte de su poder político. Difícilmente actuarán con transparencia.



TERRORISMO,

CRIMEN ORGANIZADO

Y NARCOTRAFICO



Habitualmente la inteligencia se obtiene de fuentes abiertas. Pero hay ocasiones en que eso no es posible. Eso justifica la utilización de métodos intrusivos llamados procedimientos especiales de obtención de información. Aclara la ley que “dichos procedimientos estarán limitados exclusivamente a actividades de inteligencia y contrainteligencia que tengan por objetivo resguardar la seguridad nacional y proteger a Chile y su pueblo de las amenazas del terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico”.

Los procedimentos especiales pueden ser utilizados -o dispuestos- tanto por la ANI como por todos los demás integrantes del Sistema Nacional de Inteligencia. Siempre, autorizados por un ministro de Corte de Apelaciones que conocerá y resolverá en secreto.

Los procedimientos especiales son, básicamente, intervención de comunicaciones de todo tipo: correspondencia, comunicaciones telefónicas, informáticas y radiales; escucha y grabación electrónica, incluyendo la audiovisual y, en general, la intervención de “cualesquiera otros sistemas tecnológicos destinados a la transmisión, almacenamiento o procesamiento de comunicaciones o información”.

No son los únicos procedimientos especiales. También lo es la infiltración. Es decir, un funcionario puede ocultar su identidad oficial con la finalidad de obtener información y recabar antecedentes que servirán al proceso de inteligencia. La infiltración no requiere de autorización judicial, la que tampoco es requerida para el uso de informantes: la determinarán tanto el director de la ANI como los jefes de los servicios de inteligencia.

No solamente en las películas sino también en la vida neblinosa de la inteligencia la regla permanente es el secreto. Se considerarán “secretos y de circulación restringida” los antecedentes, informaciones y registros en poder de los organismos de inteligencia o de sus funcionarios.

Serán secretos para los funcionarios “aún después del término de sus funciones en los respectivos servicios”. ¿Hasta cuándo? No lo dice la ley. Tal vez de por vida

FEDERICO LOPEZ

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